Y es que creo en la Navidad.
Es la época del año que más me gusta, quizá porque mi infancia no se caracterizó por vivencias buenas y ahora, de mayor, intento vivir los momentos que no disfruté.
Las luces, el frío, el olor a chocolate y galletas recién hechas, los sonidos de cascabeles y campanillas, los regalos, las canciones y el cine navideño, y sobre todo la magia son las cosas que más me gustan de la Navidad.
Lo que significa y lo que se siente en Navidad no desaparece mientras creas en ella.
Hay que vivirla con la mirada de un niño.
Ojalá
pudiéramos meter el espíritu de Navidad en tarros y abrir uno cada mes del año.
PD: esto lo escribí antes de que apareciera el anuncio del Corte Inglés. Que conste que me han copiado la idea.