Reflexiones sobre la buena educación

Ayer tuve uno de esos días en los que creo que soy un bicho raro por pensar que la buena educación debería estar ligada al nivel de estudios.

Debería enseñarse las normas elementales de convivencia y buenas formas primero en la familia y luego en las escuelas.
Pero hay veces que todo eso falla y el individuo, a pesar de tener una buena familia o unos buenos estudios, demuestra falta de saber estar y de buen trato hacia los demás.

No creo que el problema sea achacable al sistema educativo o a los tiempos que corren en los que no se da importancia a tantas cosas. Más bien es cuestión del interior de cada persona.



No, a veces lo que ves de la persona es pura fachada. Donde te demuestran su verdadero yo es en los pequeños detalles y esos, desgraciadamente, tienes que estar cerca para notarlos.