Al comienzo de las vacaciones de verano es ya tradicional que tome por asalto la mesa del comedor y empiece a desplegar las fichas de un puzzle.
En esta entrada os enseñaré cuál es mi método para llevar acabo tan delicada tarea pues hacer un puzzle es, además de un hobby, un arte.
Los principios siempre son arduos: muchas fichas, no sabes cómo empezar y no distingues aún el dibujo.Voy haciendo montoncitos con las fichas rectas, los que son iguales en tono y alguna ficha que veo ya el dibujo.
No te desanimes al ver el gran montón de fichas que te quedan.
No tienes prisa, nadie te obliga a hacerlo.
Da mucha ilusión ver que empiezas a colocar alguna pieza y te anima a seguir.
Lo que hago es que cuando me veo bloqueada, lo dejo y me voy a hacer otra cosa.
A ratos perdidos voy al comedor que es donde lo tengo, me siento un ratito, pongo una ficha y me vuelvo a ir.
Selecciono las piezas por colores, formas geométricas, líneas, cosas que ya identifico.
Lo primero que colocas es el perímetro.
Poco a poco, sin que te des cuenta, tu cerebro reconoce las fichas y las sitúa; hace que tu mano vaya automáticamente al sitio adecuado. Da mucha satisfacción comprobarlo.
Cuando te veas bloqueada vete a la caja donde tienes las piezas aún sin clasificar, encontrarás verdaderos tesoros.
Hay un momento en que parece que ya no puedes poner más piezas porque no sabes dónde van, déjalo, vuelve en otro rato, seguro que alguna pieza encuentras.
Llegados a este punto viene lo más pesado: "el cielo".
Tienes un buen montón de fichas, casi todas iguales en tonos pero no en formas.
Aprovecha esto último y empieza a agruparlas en parejas.
Algunas ya las puedes poner y otras las dejas emparejadas.
Luego pasa a ordenar las fichas por disposición en el puzzle (horizontales y verticales)
Ya te empiezas a dar cuenta que hay diferentes tonos de cielo, que hay fichas raras y otras que casan solas.
Y por fin, lo terminas
Ahora toca preparar el siguiente porque yo suelo hacer dos (uno en el mes de julio y otro en el mes de agosto)
* Nota aclaratoria: estos puzzles fueron hechos el año pasado. Este año mi reto está en uno de 3.000 piezas.
Da mucha ilusión ver que empiezas a colocar alguna pieza y te anima a seguir.
Lo que hago es que cuando me veo bloqueada, lo dejo y me voy a hacer otra cosa.
A ratos perdidos voy al comedor que es donde lo tengo, me siento un ratito, pongo una ficha y me vuelvo a ir.
Selecciono las piezas por colores, formas geométricas, líneas, cosas que ya identifico.Lo primero que colocas es el perímetro.
Poco a poco, sin que te des cuenta, tu cerebro reconoce las fichas y las sitúa; hace que tu mano vaya automáticamente al sitio adecuado. Da mucha satisfacción comprobarlo.Cuando te veas bloqueada vete a la caja donde tienes las piezas aún sin clasificar, encontrarás verdaderos tesoros.
Hay un momento en que parece que ya no puedes poner más piezas porque no sabes dónde van, déjalo, vuelve en otro rato, seguro que alguna pieza encuentras.
Aprovecha esto último y empieza a agruparlas en parejas.
Algunas ya las puedes poner y otras las dejas emparejadas.
Ya te empiezas a dar cuenta que hay diferentes tonos de cielo, que hay fichas raras y otras que casan solas.
Y por fin, lo terminas
Ahora toca preparar el siguiente porque yo suelo hacer dos (uno en el mes de julio y otro en el mes de agosto)
* Nota aclaratoria: estos puzzles fueron hechos el año pasado. Este año mi reto está en uno de 3.000 piezas.