Reflexiones sobre la religión

En estos días que se celebra en el mundo católico la Semana Santa, me gustaría dejar plasmadas aquí algunas reflexiones sobre mi forma de pensar en cuanto a las creencias religiosas.


Soy de la opinión que la religión debería ser una conciencia privada.
En el momento que se hace comunitaria se corre el riesgo de ser manipulada por un "pastor" o "pastores" y nosotros convertirnos en "rebaño".
La idea de Dios ha sido, a lo largo de los años, la excusa para favorecer los intereses políticos, de ambición o de poder de algunos. Era y es hoy una forma de obtener poder sobre tus semejantes.


Aunque no creo que interese a nadie tampoco quiero ocultarlo, no soy atea, creo en Dios pero no quiero formar parte de un grupo ni que se me nombre con una etiqueta.
Creo en un Dios comprensivo, compasivo y misericordioso.
Creo en una religión sin imposiciones, sin restricciones, sin temor y sin reglas y mandatos.
No creo que haga falta elevar una plegaria santurrona y beata en un lugar determinado para que Dios te escuche. Él ya lo sabe porque está contigo, te escucha y te acompaña.

Por eso para mí esta semana es un sinsentido donde abundan los hipócritas que se dan golpes en el pecho diciendo lo buenos que son y a la hora de la verdad no lo demuestran en las pequeñas cosas de la vida cotidiana.