Cuando los sueños superan a tu vida real, solo quieres dormir y dormir para soñar y soñar.
No quisieras despertarte nunca.
En los sueños puedes imaginar:
- que eres una bella hija de un highlander, allá por la Edad Media, en las tierras altas de Escocia, con una gran trenza pelirroja, sin duda, y un pretendiente y futuro marido musculoso que está loquito por tus huesos.
- también puedes ser una pionera americana en un rancho de Texas, todo el día montada a caballo, cuidando del ganado y que cuando acaba tu jornada y el día toca a su fin, te encuentras con tu vaquero también musculoso y también loquito por tus huesos..jpg)
- o una joven aristócrata que se arregla para ir a un baile en el Londres de principios del siglo XIX, y que al llegar al salón donde se celebra el baile se encuentra con un hombre muy elegante y famoso por ser un díscolo mujeriego pero que cuando te ve, se queda prendado de tu belleza y ya no mira a otra mujer que no seas tú.
"Existen sueños de los que no quisiéramos despertar, y realidades que quisiéramos que fueran solo un sueño".