El bipartidismo y las mayorías absolutas han pasado a mejor vida como se ha demostrado en estas últimas elecciones generales.
Es
lo que tiene no vivir en EEUU donde solo puedes votar a dos partidos políticos:
demócratas o republicanos.
Se
abre un nuevo escenario político donde el verbo “pactar” va a tener un gran
protagonismo.
Habrá
combinación de colores en este arco iris político español.
Pero ¡cuidado! Algunas combinaciones son imposibles como la asociación de colores opuestos ya que se cancelan unos a otros.
Creo
que es buena la pluralidad; hace que haya múltiples posibilidades aunque tenga
alguna que otra desventaja como la de no ponerse de acuerdo para llevar a buen
puerto propuestas de gobierno.
La clave para superar los contratiempos es esforzarse en buscar el entendimiento.
La incapacidad de realizar pactos estables de legislatura se debe más a la inmadurez democrática de quienes gobiernan. El pueblo simplemente vota a los partidos para que luego negocien con el peso que les ha dado a cada uno.
Soy de la opinión que los cambios en la vida son buenos. No es beneficioso el inmovilismo o estancarse en la comodidad.
Lo
bueno que tiene la democracia es que si esta nueva combinación de colores no
nos va, podemos volver a pintar España de otro u otros colores dentro de cuatro
años y quién sabe si no antes.