El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nombró en estos días a
Fernando de Rosa para ocupar el cargo como presidente de la Audiencia
Provincial de Valencia.
Su pasado político (consejero de Justicia entre 2007 y 2008) aún está presente en la memoria de la sociedad valenciana constatando que los partidos políticos han penetrado en las instituciones que deberían gozar de una absoluta independencia para poder ejercer funciones de control básicas para la preservación del Estado constitucional.
El Consejo General del Poder Judicial, pasando por el Tribunal Constitucional y llegando más recientemente a mi Comunidad con el Consejo Valenciano de Cultura, el Consejo Jurídico Valenciano, la Academia de la Lengua Valenciana, la Junta Electoral de Valencia y la Audiencia Provincial Valenciana, son claros ejemplos de la "colonización" de las instituciones por parte de los dos grandes partidos, PP y PSOE.
Todo parece indicar que se están tomando posiciones para que cuando lleguen las elecciones o grandes juicios pendientes, el viento les sea favorable.
Con este panorama no tengo esperanzas de que en España haya una
independencia de los cargos institucionales por muy preparados que estos estén.
La triste realidad es que mientras los cargos sean "a propuesta de" cualquier partido político, no habrá independencia en su trabajo, será un puesto dado para pagar los servicios prestados al partido de turno o estarán ocupados por gente afín a ellos actuando como sus "perros guardianes".
