Ayer el llamado Estado Islámico que no
es otra cosa que un grupo yihadista terrorista, ejecutó a un piloto jordano,
capturado hace 2 meses, quemándolo vivo dentro de una jaula.
Este acto salvaje fue en represalia por haberse negado Jordania a liberar a una terrorista allí apresada, juzgada y condenada por un atentado que costó la vida a 60 personas. También era la venganza por la participación del país jordano en los bombardeos aéreos de Siria.
La respuesta de Jordania no se hizo
esperar. Ejecutó, ahorcándola, a la terrorista yihadista y a otro miembro
de Al Qaeda.
Si estremecedora fue una muerte, la
respuesta fue igualmente salvaje. El ojo por ojo es el camino más directo al
Terror.
La solución no pasa por pagar con la misma moneda pues nadie puede quitar la vida a nadie, sino por recluir a estos criminales donde puedan purgar sus crímenes. Ejecutarlos supone convertirles en mártires para su causa y según ellos vía directa al paraíso.