Viaje por la isla de Gran Bretaña (11º día)

Londres - Windsor - Londres

Amanece un día lluvioso en Londres pero ya a estas alturas estábamos más que acostumbrados.

La excursión programada de este día iba a ser Windsor, atravesando el Valle del Támesis y viendo las bucólicas campiñas inglesas.
En Berkshire tiene una casa mi adorado Elton John y tan solo pude ver la verja de la parcela pero me di por contenta.

El pueblo de Windsor, con casas de estilo georgiano, nació alrededor del Castillo, que está situado en lo alto de una colina.

La fortaleza fue construida por Guillermo el Conquistador hacia 1080 y ha sido reformada por los sucesivos monarcas que han residido allí. Hoy es la residencia oficial de la Reina.
Su interior es majestuoso destacando:
la Round Tower que alberga los Reales Archivos y la Photographic Collection

y un lugar que me encantó, la Casa de Muñecas de la reina María.


En 1992 un incendio arrasó un ala del edificio (St. George's Hall). Hoy está totalmente reconstruida.


Regresamos a Londres para terminar de conocer la ciudad.

El autobús nos dejó en Baker Street, muy cerquita de Regent's park.
Allí se encuentra la única casa victoriana que queda en la calle y que hoy es el Museo de Sherlock Homes, el detective creado por sir Arthur Conan Doyle.
Por esa zona comimos.

Continuando por una interminable calle llamada Euston Road, llegamos a St Pancras Station que hoy es un hotel enorme.
La verdadera estación de tren y metro se llama King Cross Station y allí nos habían dicho que estaba el famoso "anden 9 tres cuartos".

Nos cayó una buena tromba de agua y recorrimos un buen trecho para ver un muro de ladrillos y  la barita de Harry Potter.





En el barrio de Bloomsbury, lugar de residencia de numerosos escritores y artistas, encontramos la casa donde residió Charles Dickens, hoy museo.

En esa zona está también el Museo Británico el cual volvimos a visitar pues es imperdonable haber estado allí y no haber visto los tesoros de Egipto.
Nada más entrar a la Egyptian Gallery ves la piedra Rosetta que permitió, en el siglo XIX, descifrar los jeroglíficos egipcios.
Sobrecoge contemplar tanta momia y tanto monumento expoliado por los ingleses.


En Rusell Square cogimos el metro para volver al hotel. Tocaba descansar.