Vengo de asistir a una jornada organizada por la
Universidad de Derecho de Valencia sobre la reforma electoral y la elección
directa de alcaldes.
Tengo que confesar que aunque el tema pueda ser
interesante yo iba porque me habían dicho que asistiría como público un
periodista al que quería conocer personalmente y que a su vez quería que él me
conociera.
Empecé mal pues la persona en cuestión no apareció
(voy a tirar de las orejas al espía que me lo chivó). Pero a pesar de ello me
armé de valor y entré en el Salón de Grados de la facultad.
En la mesa redonda (más bien rectangular) participaban
cuatro políticos:
- Lluís Torró representando a Esquerra Unida
- Enric Morera representando a Compromís
- Ana Barceló representando al partido Socialista
- Jorge Bellver representando al partido Popular
Como moderador estaba David M. Martínez, periodista
del diario ABC que se hizo un lío con eso de ser 'políticamente correcto' y
hablar en valenciano y castellano.
La “actuación” empezó a las 16:30. Digo
actuación porque alguno pensó que podía dar un mitin ante un posible joven
votante.
El público se componía de un grupo más o menos
numeroso de alumnos de la facultad que o bien estaban ahí para ganarse algún
crédito o bien estaban para “pelarse” alguna clase. Vi a varios con el móvil,
el ordenador o cerrando los ojos.
Titulo la entrada “más de lo mismo” porque fue
eso lo que oí. Todos echándose la culpa de todo y no hablando de por lo que se
estaba allí: la opinión de los políticos sobre la reforma electoral. Hubo
un momento en que creí que se necesitaría echar mano del botiquín para curar
algún que otro zarpazo.
Ahora al echar un vistazo al programa de la jornada me
doy cuenta de que erré en la hora de llegada al acto pues debí haber ido por la
mañana cuando tenía lugar la mesa redonda a cargo de los académicos. Tal vez me
hubiera enterado mejor de todo y no habría salido con un dolor de cabeza de
impresión.
Después de una hora y media de escuchar cruces de
acusaciones, me fui.
Así no hay manera de curarme de mi “incredulidad
política”.
¡Vaya tarde más mal aprovechada!