En todos sitios puedes encontrar personas buenas y malas pero sembrar la duda en el drama de los refugiados es de una bajeza moral difícil de entender en una persona normal y muchísimo menos en un ministro de la Iglesia, como el cardenal Cañizares.
¿Dónde está la caridad cristiana, esa que dice que debería amar a Dios sobre toda las cosas y al prójimo como a ti mismo?
Deberíamos
guardarnos de los que se dicen sabios, que les gusta andar con vestiduras
largas, recibir saludos en las plazas, los primeros asientos en las sinagogas y
los banquetes y que devoran los bienes de los feligreses fingiendo rezar mucho,
como decía Jesús de los fariseos (Mc 12,40)
Al día siguiente hubo una carta del cardenal rectificando sus palabras.
¿Es creíble su cambio de opinión o es fruto de la presión social?
Me
inclino a pensar que se trata de lo segundo. Los hipócritas suelen seguir ese
patrón.
Y a los dos días tuvo un accidente de tráfico del que salió herido leve ¿fue el Karma?