De TODOS es sabido que la publicidad es el arte de la persuasión con el fin de que el receptor del anuncio se gaste el dinero, que tanto esfuerzo le ha costado ganar, en comprar algo que muchas veces ni si quiera necesite.
Se usan eslóganes/frases hechas como gancho pero no está permitido mentir tal como dice la Ley General de publicidad (34/1988 artículo 4) y el Código Penal de 1996 (artículo 282); tan solo se puede hacer exageraciones.
Según la abogada del Estado del caso Nóos en su alegato para defender que la acusación popular no tiene derecho a presentarse como perjudicado en el proceso de la infanta Cristina por un supuesto delito fiscal contra la hacienda pública, la frase “Hacienda somos TODOS” es una exageración (quiero pensar que no ha dicho que es una mentira) y no nos la debemos creer “a pies juntillas”.
Si es verdad que tan solo es un lema publicitario, TODOS los españoles hemos sido timados por una publicidad engañosa aunque ya deberíamos habernos dado cuenta que nos querían dar “gato por liebre” por las numerosas amnistías fiscales a los grandes defraudadores de este país, que es el nuestro.
La
cuestión es que la frase no fue dicha por un actor en un anuncio sino por todo
un ministro de Hacienda (Francisco Fernández Ordoñez, 1977)
Además el eslogan es una síntesis del mandato contenido en el artículo 31.1 de la Constitución que establece el principio de generalidad.
“Todos contribuirán
al sostenimiento de los gastos públicos, de acuerdo con su capacidad económica,
mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y
progresividad…”
Y por si fuera poco en la sentencia 1045/2007 del Tribunal Supremo se estableció que Hacienda es “un mero depositario de los tributos que se le ingresan y que el defraudador atenta al interés colectivo de los ciudadanos”.
Dicho todo esto, se me ocurre que también es mera publicidad otro eslogan, de la DGT, que dice “A tu lado vamos TODOS… si bebes no conduzcas”.
¿También se justificaría su desobediencia?