Déjà vu o la extraña sensación de haberlo vivido antes

Resulta que no es una sensación sino que ya lo hemos vivido antes, apenas seis años y con el País Vasco como protagonista.

En 2008 el entonces Lehendakari, Juan José Ibarretxe, aprobó en un Consejo extraordinario un proyecto de ley de regulación de una consulta soberanista para el 25 de octubre de aquel año.
Tras su aprobación por parte del Ejecutivo autonómico, la ley pasó por el Parlamento de Vitoria saliendo adelante con un mínimo apoyo.
Por entonces el Gobierno de España estaba presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, anunció que se recurriría la ley en cuanto se publicase oficialmente. Ésta se publicó el 15 de julio en el Boletín Oficial de la Comunidad y el Abogado General del Estado presentó la impugnación ante el Tribunal Constitucional.
La norma quedó suspendida a la espera de la resolución del Tribunal, produciéndose el fallo el 11 de septiembre. Se aprobó por unanimidad declarar inconstitucional ese referéndum porque se entendía que se vulneraba las competencias del Estado.
A Ibarretxe no le quedó más remedio que acatar la sentencia, pero siguió defendiendo la necesidad de hacer una consulta.
El 7 de mayo del 2009 tras unas elecciones autonómicas muy convulsas, fue proclamado Lehendakari Patxi López, el primer jefe del Ejecutivo vasco no nacionalista (PSOE).
Ibarretxe se marchó de la política tras la investidura del nuevo lehendakari.

La diferencia viene marcada porque Artur Mas ha aprendido de los errores cometidos por Ibarretxe y sigue tensando "la goma" bordeando la legalidad.
Cuanto más estire de esa goma, más probabilidades de que se rompa y le peque a alguien.