Compromiso aplazado

En el mes de junio, apenas unas horas después de la sesión constituyente de las Cortes Valencianas, el PSPV (Ximo Puig), Compromís (Mónica Oltra) y Podemos (Antonio Montiel) rubricaron en un acto celebrado en el Jardín Botánico de Valencia el acuerdo programático para el futuro de gobierno de izquierdas en la Generalitat Valenciana.

Ocho páginas con 5 puntos muy genérales sobre qué es lo que se quería hacer en estos 4 años en el gobierno valenciano.

Uno de esos compromisos era “garantizar el derecho fundamental a la información mediante una radio y televisión públicas valencianas.”


No es de recibo que una Comunidad como la nuestra no tengamos una televisión propia desde que nuestro muy honorable Presidente, el señor Fabra, la cerrara en un alarde de autoritarismo allá por el año 2013 (cerró RTVV después de que el TSJ hubiera sentenciado en contra de un ERE donde se despedía a 1000 trabajadores)

Mucho ha llovido desde entonces y ahora con un nuevo gobierno de otro signo político tampoco parece que vayamos a tener mejor suerte a pesar de que el señor Puig (Presidente de la Comunidad Valenciana) encargara al catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, José María Vidal, el estudio de la vía jurídica para abrir la RTVV.

Los problemas son muchos y graves:

1.      La astronómica deuda (más de 1.300 millones de euros) que los anteriores gestores dejaron por pagar. Hoy sigue teniendo un pasivo de 507 millones de euros con vencimiento en el 2018 y el resto, otros tantos, que no se han pagado.

2.      A la deuda hay que sumarle un coste adicional desde el año 2013 de 370.000 euros al mes por derechos de emisión.

3.      Los trabajadores que con un ERE cuestionado por el TSJ fueron despedidos y aún están pendientes de reubicarlos, jubilarlos o incentivarlos.

4.      No todos los trabajadores pueden ser recontratados pues no es posible económicamente mantener la televisión pública con esa plantilla (por número y porque muchos eran colocaciones “a dedo”).

5.      Las instalaciones que son hoy edificios fantasmas hay que volver a ponerlas en “orbita” empezando por cambiar el horrendo logo que adorna ahora la entrada.

El compromiso del nuevo Consell de tener una  radio y televisión públicas valencianas ha quedado aplazado para el 2017 pues hay que solventar muchos escollos.

Ya veremos si se queda en un compromiso aplazado o un compromiso no cumplido.