A-caloret-ada


No estuve allí pero vi las imágenes.

El vídeo lo he visto en dos tiempos.

-          En el primero sentí tanta vergüenza ajena que fui incapaz de seguir viéndolo.

-          En el segundo, superado ya el bochorno, lo vi completo fijándome en los que la rodeaban. Todos se dieron cuenta de lo que pasaba y nadie intentó quitarle el micrófono.

A cualquier acto y más si este es institucional (y más si vas representando a los ciudadanos que residen en Valencia capital) se ha de ir con la debida compostura.

Excusas tan peregrinas como “quedarse en blanco” (cuando pasa eso dejas de hablar y no tienes una verborrea inconexa) o ser una víctima de la “guerra” de la lengua (mezclar al hablar dos lenguas y encima mal las dos) es querer tomar a la gente por tonta.

Cualquiera que vea el vídeo se da cuenta de lo que pasó, circunstancia que parece ser que no es nueva para la alcaldesa aunque nunca se había producido delante de las cámaras.

Por mucho que se intente no se puede negar la evidencia.