Desde que en el 2010 se cambió el modelo para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia), las carreras o grados duran cuatro años y los alumnos salen de la universidad con capacidad para ponerse a trabajar (si tienes suerte y encuentras trabajo de lo que has estudiado). Posteriormente y como complemento a esos estudios pueden hacer un máster de un año de duración.
A bote pronto sugiere un detrimento de la calidad de la enseñanza, puesto que se reduce en tiempo y contenidos, y un encarecimiento para el estudiante que se ve obligado a cursar un máster durante dos años (con precios desorbitados) para suplir sus carencias y poder optar a trabajar de lo que se ha estudiado.
Se nos quiere vender "la cabra" de que las familias ahorrarán con carreras más cortas. Sería verdad si no fuera porque tienen que seguir desembolsando dinero a cuenta de la realización del máster.
A modo de ejemplo citaría que en la Complutense un año de grado
cuesta 1980 euros y el máster 3900 euros. ¿Dónde está el ahorro?
El resumen de este sinsentido: la calidad de la enseñanza por los suelos y encarecimiento de la educación universitaria.
Para otra ocasión dejaré el comentario sobre los contenidos de los títulos
de máster que no son garantía de calidad pero sí de ruina para el bolsillo del
alumno y su familia.