La Ley de Murphy



Edward A. Murphy en 1949 trabajaba en experimentos con cohetes sobre rieles para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Parece ser que ante un error en una prueba Murphy, frustrado, comentó a sus ayudantes que si algo tenía que salir mal pasaría.






Hoy en día la Ley de Murphy es una forma cómica y mayoritáriamente ficticia de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos.
A partir de ahí se ha formulado diferentes leyes para explicar los infortunios de forma pesimista, resignada y burlona.
Yo he seleccionado las que más me gustan, aparte de demostrarlas empíricamente:

- Cuando tras años de haber guardado una cosa sin usarla, decides tirarla, no pasará más de una semana cuando la necesites.
- La probabilidad de que te manches comiendo es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio.
- La ayuda de Windows nunca te ayudará
- Cuando necesites abrir una puerta con la única mano libre, la llave estará en el bolsillo opuesto




- Los que viven más cerca son los últimos en llegar
- Cuando tienes prisa, el semáforo siempre está en rojo
- Cuando tengas las manos embadurnadas de grasa, te comenzará a picar la nariz
- Da igual por donde abras la caja de un medicamento. Siempre te molestará el prospecto
- El que ronca es el que se duerme primero
- Llegarás al teléfono justo a tiempo para oír como cuelgan
- Si durante todo el día has esperado recibir una llamada, ésta sonará cuando estés en la ducha

- Los aparcamientos aparecen cuando ya no los necesitas
- La estupidez de tu acción es directamente proporcional al número de personas que te estén observando en ese momento.
- Si tienes papel, no tendrás bolígrafo; si tienes bolígrafo, no tendrás papel y si tienes papel y bolígrafo, no necesitaras escribir nada.







El optimista ve cómo superar una dificultad, el pesimista tiene una excusa para darse por vencido