120 millones de euros nos costarán a los españoles estas nuevas elecciones de los cuales 38 millones se destinaran para el voto por correspondencia y el envío de propaganda electoral.
El llamado buzoneo, que no es otra cosa que un bombardeo de papeletas electorales en nuestro buzón, es una práctica molesta, muy cara e inútil ya que no garantiza ningún voto y de hecho no hay que fiarse de que las papeletas que te llegan a tu casa sean válidas.
No
es necesario que cada partido te envíe su papeleta cuando puedes cogerla, sin
ningún problema y en el más absoluto secreto, en el colegio electoral cuando
vayas a votar.
Pero
está visto que los ciudadanos de a pie somos los únicos llamados a la
austeridad porque ya he recibido la publicidad de del PSOE y Unidos Podemos,
precisamente los dos que más insistían en eso de ahorrar.