Supone un escándalo mayúsculo que todo un ministro de Justicia haga declaraciones sobre decisiones judiciales con la apariencia de tener capacidad de decisión sobre dichas decisiones y de que esa apariencia también incluya a los tribunales siguiendo la estrategia del Gobierno.
No digo que no había que haber hecho algo contra el señor Mas y su despropósito del 9N (va a hacer un año el mes que viene) pero no así.
Utilizar la justicia con fines partidistas se da de tortas con la separación de poderes que debe haber en un Estado de Derecho como se dice que es España.
Las imputaciones no pueden ni deben condicionarse a que sea el momento propicio para llevarse a cabo.
Si
se ha cometido un delito se ha de perseguir y llevar ante la justicia, lo más
pronto posible, para que se sancione adecuadamente y no se vuelva a repetir la
infracción.