Las carpas falleras

 

Sé que va a ser muy impopular lo que voy a escribir hoy pero algunos también me darán la razón.

Empezaré explicando, para aquellos que no sean de Valencia, que una falla o comisión fallera es una agrupación de personas que apoyan o patrocinan una falla (monumento fallero) en un barrio.

El casal fallero es el lugar donde los componentes de esa falla se reúnen. Cada comisión fallera dispone de su propio local en donde realizan actividades variadas durante todo el año como meriendas, cenas, reuniones sociales,... La semana fallera (del 15 al 19 de marzo) se convierte en el epicentro de la fiesta.

Pero en los últimos años se ha incorporado un nuevo elemento a la falla: la carpa.

 

 

La carpa es un toldo desmontable, con estructura metálica, que cubre un recinto amplio de la calle y que se monta para ampliar el aforo de un casal fallero. Es un añadido para sacarle jugo (dinero) a la fiesta ya que en ella se organizan cenas y bailes cobrando por entrada y consumición.

Este año, el Ayuntamiento ha otorgado autorización para el montaje de 240 carpas (el año pasado fueron 232) que obligan a cortar 720 tramos de 400 calles y suponen 69 puntos de corte en las líneas de la EMT.

La autorización municipal empieza desde el 5 de marzo (11 días antes de la semana fallera).

Los días de la semana fallera, las carpas pueden estar abiertas con ambientación musical hasta las 4.00 horas. A partir de ese momento, ya sin música, hay 30 minutos más para que sean desalojadas.

Ya en el primer fin de semana hubo 15 denuncias por montaje antes de plazo, exceso de aforo, ausencia de extintores o por no respetar los horarios de cierre. Pero lo que me parece más grave es que los servicios de emergencias sanitarias de la ciudad no hayan conocido qué calles estaban cortadas y el itinerario alternativo hasta 4 días después de estar ya algunas calles cortadas.

Entiendo que se corten las calles por la plantà de los monumentos falleros, pero no entiendo que se corten también por la instalación de enormes carpas que lo único que generan a los vecinos es más ruido y más incomodidades.

Comprendo el deseo de la gente de pasarlo bien en unos días de fiesta, pero también se ha de tener en cuenta que se convive con gente que puede estar enferma, inválida o en el mejor de los casos que tenga trabajo y necesite descansar para poder rendir en él.

No se debería permitir que para el disfrute de unos, otros se tengan que aguantar con múltiples inconvenientes.

He sido fallera y sé de lo que hablo. Soy vecina y sé lo que sufro.