Soy rara, lo acepto.
Tengo mis defectos, sin duda.
No soy perfecta, es cierto.
Pero soy única, eso no cabe la menor duda.
A veces ángel,
a veces demonio
pero siempre yo.
Fiel a mí misma.
Pocas personas saben cómo soy,
el resto me da igual lo que piensen de mí.
Mientras yo sepa quién soy, lo que pienso y siento,
mientras me guste a mí misma,
lo demás carece de importancia.
Soy única y no pienso cambiar.