Cuento de invierno .... y menudo cuento

El viernes 14 de febrero tocaba celebrar el día yendo al cine y más cosas que no se cuentan.
No, no, no. No insistáis porque mis labios están sellados.
                                                
La película la elegí yo, como casi siempre. Estoy más enteradilla de lo que se estrena que mi pareja pero creo que esta vez me lucí.
Tocaba una película romántica por ser el día que era; era un estreno, había oído hablar de ella, pintaba bien y además la banda sonora es de mi compositor favorito, Hans Zimmer.
La idea era ir primero al cine y luego salir a cenar. Todo parecía perfecto pero mi gozo en un pozo.
Para empezar, ya te escuece el precio de las entradas; luego continuas con el precio de las tradicionales palomitas y bebida y ya consigues acomodarte en las, eso sí, cómodas butacas pensando que no pasa nada por haberte gastado casi 30 euros pues vas al cine una vez cada mil.
La película comenzó ... y acabó a las 2 horas y 21 minutos.
Es la historia de amor entre un ladrón irlandés huérfano y una rica chica enferma pero adornada con una gran cantidad de sinsentidos que te dejan descolocado.
El romance no te llega a interesar aunque la actriz, Jessica Brown, le pone ganas (me gustó mucho en la serie Downton Abbey). El chico de la película, Colin Farrell, demasiado preocupado por su corte de pelo (espantoso) y ni de lejos te crees que tenga 21 añitos.
Russell Crowe interpreta a un demonio, el papel más ridículo de su carrera. Si recuerdas a "Gladiator" o a "Una mente maravillosa" ¡Quién le ha visto y quién le ve!
En resumen, una historia mal contada (la novela de Mark Helprin creo que es mejor) y mal dirigida (Avika Goldsman, la misma que hizo el guión). Lo único que salvaría es el rodaje de exteriores pues tiene mérito filmar en New York y que no salga ningún rascacielos inoportuno.
Y de Hans Zimmer, qué decir, MISSING. No lo encontré por ningún lado.

Y con este panorama ¿alguien se extraña de que cada vez se vaya menos al cine?

Ah, se me olvidaba, la cena perfecta y lo que siguió a la cena lo mejor de la noche.