Con esta frase resumiría lo que está pasando en Internet a fecha de hoy.
Aunque también tendría que titular esta entrada con "déjà vu", pues recuerda mucho a lo que pasó hace unos años con el canon de la SGAE.
Según esta Ley, si publico en cualquier periódico, al ceder el uso del contenido a un miembro de la AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles), el contenido pasa a ser de su propiedad al 100% y si posteriormente hago uso de mi propio contenido publicándolo en mi blog o Web estaré obligada a pagar un canon por usar algo mío.
Tamaña injusticia me ha obligado, con todo el dolor de mi corazón, a no seguir publicando en la página Web del periódico Levante-emv.
En cuestión de enlaces o citas, Internet funciona en base a actividades como estas.
Enlazar y citar no es lo mismo que "corta y pega".
El enlace es el mecanismo que permite reconocer las fuentes y sus autores, ampliar información y verificar la fiabilidad de lo publicado.
Hoy, enlazar a algo ya publicado o citar, ya no es libre, sino que está sujeto a un canon.
Enlazar y citar no es lo mismo que "corta y pega".
El enlace es el mecanismo que permite reconocer las fuentes y sus autores, ampliar información y verificar la fiabilidad de lo publicado.
Hoy, enlazar a algo ya publicado o citar, ya no es libre, sino que está sujeto a un canon.
La Ley, improvisada y mal redactada, ya está generando un caos en Internet no sabiendo a ciencia cierta a quién afecta, quién cobrará ese canon (entidades de gestión de la propiedad intelectual - suena a mafia-), por qué pueden cobrar en mi nombre,...