Yoga para mi mente

Ayer, después de un día de no parar, tuve una tarde de lo más placentera.
Acudí a un concierto en el Palau de la Música, invitada por uno de los músicos (catedrático del Conservatorio Superior de música de Valencia).



¡Qué diferente a lo vivido el sábado en ese mismo sitio! Esta vez no me "desmelené". Sé comportarme, pero no evitó que mis manos se movieran al son de algunos acordes, en especial de la música de Beethoven.