Viaje por la isla de Gran Bretaña (9º día)

Bristol – Bath – Salisbury – Stonehenge – Londres



Salida hacia Bath, de origen romano y declarada Patrimonio de la Humanidad.

Mientras que el grupo veía los baños romanos y la abadía, nosotros nos fuimos a ver lo que verdaderamente importa de la ciudad, sus calles con elegantes casas de estilo georgiano que te transportan al siglo XVIII cuando los aristócratas ingleses venían a descansar después de una ajetreada vida en Londres.

Por la Gay Street llegas a The Circus, una plaza circular, pero la que verdaderamente impresiona es la Royal Crescent, considerada la calle más majestuosa del país. 30 casas de puro estilo georgiano con vistas al Royal Victoria Park.

Como nuestro objetivo ya estaba cumplido nos dedicamos a ver el resto que no es poco. Bajamos por Barton Street y vimos la casa donde vivió en su juventud Jane Austen.

También vimos Pump Rooms, los salones de té que eran el centro de la vida social del balneario en el siglo XVIII y donde está situada la fuente de aguas medicinales.


Aún pudimos ver algo de los Baños romanos, del siglo I
y la abadía, de origen normando.








Continuamos viaje hacia Salisbury, ciudad famosa por tener una catedral que fue inspiración de la novela de Ken Follett, “los pilares de la tierra”.
La catedral se construyó entre 1220 y 1258 aunque la torre y su monumental aguja no fueron terminadas hasta 1320. Con una altura de 123 metros es la más alta de toda Inglaterra.







Después de comer reanudamos viaje hacia Stonehenge.
Alineamiento de piedras que con unos 5000 años de antigüedad es considerado uno de los monumentos más enigmáticos de la humanidad. Todavía no se sabe para qué fue construido. Algunas teorías dicen que era un templo, otras que era un observatorio astronómico o un calendario prehistórico por cómo están alineadas las piedras con el sol y la luna.
Es impresionante por las proporciones monumentales y si consideras que las únicas herramientas disponibles en aquel entonces eran de piedra, madera o hueso. La extracción, transporte y alzado de las enormes piedras debió exigir grandes recursos humanos y materiales además de conocimientos de aritmética y astronomía.

Volvimos al autobús y nos dirigimos a Londres.
Nuestro hotel era el Novotel London West ubicado en la zona oeste de Londres, en el distrito de Hammersmith.

Después de dejar las maletas en la habitación salimos a pasear por Kensington High Street y acabamos cenando en un restaurante italiano.


A la salida nos llovió, menos mal que ya estábamos preparados para ello con el paraguas, instrumento imprescindible en este país.

Con un buen plano de la ciudad y una buena guía empezamos a trazar lo que serían los próximos días de nuestra estancia en Londres. Queríamos verlo todo y eso había que planearlo meticulosamente.