Ayer en el Ayuntamiento de Valencia

Ayer fue la presentación del libro "016 Relatos que se deben contar" en donde aparece un relato mío "A tortas con la vida"

Emocionada es poco para expresar lo que viví y sentí.

Para empezar, entrar en el edificio del Ayuntamiento de Valencia y decirle al policía municipal que vienes a la presentación de un libro donde eres la coautora, es un "subidón".








Sigues y subes por la gran escalera de mármol de estilo neoclásico.

Obra de 1924 y reconstruida después de la Guerra Civil.
Te diriges a la derecha y entras al Salón de plenos o Hemiciclo y te sientas en uno de esos sillones rojos donde, cuando hay pleno,  se colocan los 32 concejales pertenecientes a la actual Corporación Municipal de la ciudad de Valencia.

Sorprende ver el retrato del rey Felipe VI en donde antes estaba el de su padre. Aún no me he acostumbrado al cambio.

Con puntualidad británica, digo valenciana, empezó el acto. Lo presidía la concejal de Bienestar Social.

Primero se entregó el premio del II Concurso de Carteles 8 de marzo (Mujeres mayores, grandes mujeres).

Después se reconoció el trabajo de Paqui Méndez, periodista y directora del Certamen "Cortos por la Igualdad" y la labor encomiable que realiza CAVAS (Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales).
Da que pensar que en pleno siglo XXI estemos como estamos.


Llegó el turno de presentar el libro y fue ahí donde me sentí en una nube pues oírme nombrar entre todos los autores participantes y saber que estaba en ese lugar por algo hecho por mí, es sentirte orgullosa y feliz.

El acto finalizó con la actuación musical solidaria de Cantors Divisi.

Después de las consabidas fotos grupales, nos dirigimos al Salón de cristal donde nos agasajaron con una copa.

Impresionante lugar inaugurado en 1929 por el rey Alfonso XIII.

Y así acabó mi "primera presentación" de un libro como coautora.
El miércoles volverá a ser otro día especial pues se presenta el libro en el Colegio de Farmacéuticos de Valencia.