El precio de la entrada resultó un pelín caro, pero si vivís en Valencia o cerca os recomiendo que vayáis.
Es un dinero muy bien gastado pues disfrutas de principio a fin de la tarde-noche, dejándote una sensación de deleite que desgraciadamente hoy en día pocas cosas te proporcionan.
Confieso que, al principio del concierto, al ver aparecer al director de orquesta ataviado con una levita a lo "Matrix", me produjo una cierta desconfianza y rechazo pues creí que iba a ver a un "payaso" haciendo de director de orquesta.
¡Qué equivocada estaba!
Este señor transmite su pasión a sus interpretaciones.
Su energía y entusiasmo son contagiosos.
Merecidos fueron los aplausos de un público en pie que abarrotaba la sala Iturbi del Palau.
En cuanto a la selección musical, eché en falta algún que otro compositor, como mi admirado Hans Zimmer o la compositora Rachel Portman, la primera mujer en ganar un Oscar por la banda sonora de una película ("Emma" 1996).